Esta es una traducción del capítulo 6 del libro de Zachary Comeaux “Robert Fulford, D.O. and the philosopher physician”. Una biografía interesantísma sobre la figura de Robert Fulford y su visión de la terapia.
El significado de la respiración, incluida la Primera Respiración
El Aliento de Vida
Como se ha señalado anteriormente, Fulford, al igual que Sutherland y Still antes que él, atribuyó un significado especial a la respiración. El pensamiento de Fulford, creativo y ecléctico, se basó en el de sus predecesores. Sin embargo, el concepto de la Primera Respiración, con sus aplicaciones clínicas especiales, refleja muchas de las ideas originales de Fulford.
La concepción de Sutherland
Sutherland creía que el ciclo respiratorio afectaba a la potencia de la vitalidad en varios niveles. En The Cranial Bowl describió esta respiración como un aspecto profundo y fundamental del movimiento, la motilidad autóctona del cuerpo, coextensiva con la vida.(1) Afirmó la primacía del mecanismo respiratorio craneal, y la importancia secundaria de la respiración diafragmática.(2) Sólo en extensas notas a pie de página postuló el movimiento espontáneo del cerebro. En unos comentarios que se han pasado por alto durante mucho tiempo, citó al Dr. Dwight Kenney en un discurso ante la Sociedad Osteopática de Minnesota:
La actividad muscular del corazón; y que el líquido cefalorraquídeo circula bajo la misma ley. La cantidad y la eficacia de este poder electromagnético dependen naturalmente de nuestra reserva de vitalidad. (3)
En otra nota describió sus experimentos personales al concentrarse en aquietar la motilidad endógena y la “ola fluida” resultante de su propio mecanismo respiratorio primario. (4) Sin embargo, más allá de estas notas, el balance del libro hacía hincapié en la mecánica articular, la tensión membranosa y la dinámica de fluidos del movimiento craneal. En todo el libro se hace hincapié en el movimiento.
Sutherland también señaló el profundo efecto de la restricción del movimiento en el desarrollo del individuo. En la bien aceptada elaboración del sistema de Sutherland, Harold Magoun analizó la causa principal de la supresión respiratoria asociada al nacimiento, la anestesia administrada a la madre:
En general, la falta de respiración efectiva se debe a la depresión medicamentosa o a la anoxia o al traumatismo mecánico que ha bloqueado la mecánica craneal. Es en este campo donde el concepto craneal es más útil. (5)
En esta expresión del pensamiento de Sutherland, el “mecanismo” respiratorio y la respuesta del cuerpo se tratan principalmente desde el punto de vista mecánico.
La comprensión de Fulford
A partir de muchas de las analogías mecánicas de Still y del enfoque de Sutherland sobre el aspecto de la respiración que une la vitalidad, el movimiento rítmico y la oxigenación, Fulford profundizó, desentrañando otras implicaciones funcionales de la respiración. La comunicación entre Fulford, Sutherland y Russell generó la idea de que el movimiento rítmico reflejaba el movimiento de la vida que se transmitía desde el Creador como pensamiento y amor. En las aplicaciones clínicas de Sutherland del concepto de ritmo craneal, Fulford vio la relevancia particular de esta idea para la fisiología palpable. La ampliación del pensamiento de Sutherland por parte de Arbuckle al explorar la conexión entre la salud física y los agentes inductores de estrés durante el proceso de nacimiento confirmó en Fulford la importancia del momento del nacimiento para la salud continua del individuo.(6)
Russell llevó a Fulford a ver las interconexiones de ser, moverse y respirar en el acto creativo. Éstas tenían implicaciones psicológicas, espirituales y físicas. La calidad de vida de la persona estaba condicionada por la calidad de todos estos elementos experienciales.
Así, para Fulford, la calidad palpable de la respiración (“El Aliento”) en los pacientes sintomáticos representaba el conjunto de influencias sobre el individuo de su salud física y psicológica y de su historial de traumas desde antes del nacimiento hasta el presente. Una vez más, el mejor medio para apreciar la calidad de la vitalidad de un individuo era el cuerpo energético; el cuerpo físico y su patrón respiratorio diafragmático eran útiles, pero no eran tan sensibles o profundamente reveladores.
No es de extrañar que en su descripción del curso sobre la importancia de la respiración, Fulford citara la constancia y la necesidad vital de la respiración, así como su asociación con el pensamiento. Señaló que, a diferencia de otras funciones vitales autonómicas, este proceso puede estar sujeto a un control voluntario:
Debido a esta doble naturaleza, la respiración(diafragmática) puede convertirse en el mediador entre la mente y el cuerpo, o en el medio de nuestra participación consciente en las funciones más vitales y universales de nuestro organismo psicosomático. Así, el control consciente de la respiración afecta a la polaridad eléctrica del cerebro y a nuestra luminiscencia biofísica. (7)
Fulford solía afirmar que cada nueva respiración iniciaba un nuevo pensamiento, o un “giro” en un pensamiento actual. Conectó la respiración con el líquido cefalorraquídeo: “El ‘conductor primario’ de la energía vital en nuestro cuerpo es el líquido cefalorraquídeo. El líquido cefalorraquídeo se ioniza mediante ejercicios de respiración”. (8)
Fulford también citó con frecuencia la mención de Still a la capacidad vital del líquido cefalorraquídeo para irrigar los “campos marchitos”, tan citada para nosotros por Sutherland y sus otros alumnos. La insistencia de Fulford en la respiración nasal se basaba en parte en la proximidad de los bulbos olfatorios de la placa cribiforme de los huesos etmoidales al flujo de oxígeno en los pasajes nasales.
La Primera Respiración
“Como el hombre respira, así es”. (9)
Con este aforismo, el Dr. Fulford estableció la conexión con la importancia de la Primera Respiración, implicada tanto en nuestra existencia individual como en nuestra capacidad vital continuada. Fulford sostenía que el patrón observable o la calidad de la respiración del paciente era en parte una sombra de la calidad de la primera respiración real del individuo (tras nacer).
Al impartir sus cursos, Fulford presentaba la forma del esqueleto del feto en el útero y una representación artística del bebé moviéndose a través del canal del parto, que mostraba la presentación del nacimiento con el lado izquierdo del occipucio enganchando las barreras. Sutherland había descrito la importancia de todo esto para la movilidad de la base craneal, (10) y Arbuckle había indicado que el patrón variable de las bandas de tensión anteriores reflejaba la impresión en las membranas de la tensión intrauterina.(11)
Fulford recomendó la inclusión del método Leboyer de parto para permitir que el bebé nacido se recueste sobre el abdomen de la madre antes de cortar el cordón umbilical.(12) El propósito del método Leboyer era moderar la brusquedad del cambio en los patrones circulatorios. En esta postura, la fase de inhalación de la Primera Respiración expandiría los huesos craneales de forma más relajada e iniciaría una expansión más completa de todo el cuerpo, lo que tendría consecuencias para la salud del individuo durante toda su vida.
La fase de exhalación de la Primera Respiración era el primer llanto del bebé. Fulford citó el trabajo de Truby en Suecia, que realizó un estudio longitudinal de 15.000 bebés en el que comparó el registro ecográfico del primer llanto con sus primeros siete años de desarrollo. (13) Truby descubrió que, a partir de la forma e intensidad de los llantos, podía predecir la personalidad, las debilidades y la salud relativa de los niños. Para Fulford, quedaba la pregunta de qué habría pasado si los niños del estudio con los llantos más débiles hubieran sido rescatados.
En sus presentaciones, Fulford añadiría otras referencias, como los trabajos de Chamberlain, Verny y Diamond, para describir la importancia de la vida pre y perinatal en el estado funcional de los bebés. El doctor Thomas Verny resumió dos décadas de investigación médica sobre la capacidad del bebé para prestar atención, sentir y recordar (14) . El vínculo íntimo de la madre con el niño la convertía en un conducto ideal para muchas de estas experiencias. Citó la evidencia de las respuestas físicas del niño, como los latidos del corazón, a los pensamientos de la madre. Los patrones de pensamiento o actitud podían afectar en gran medida a la salud y la vitalidad del recién nacido, y los recuerdos eran compartidos. El estrés, incluido el estrés social, precipitaba el miedo en el feto y el comportamiento de evitación, como el pataleo. (15 ) Aunque el Dr. Verny se centró en los trastornos de la personalidad y el retraso del crecimiento desde el punto de vista psicológico, su resumen de la investigación sobre la experiencia prenatal y perinatal confirmó la creencia de Fulford en la importancia de este periodo para la salud del niño y del adulto.
El libro de David Chamberlain “Babies Remember Birth” (Los bebés se acuerdan del nacimiento) (16) es paralelo a este punto de vista desde la perspectiva de un psicólogo. Descubrió que los adultos y los niños pequeños hipnotizados tenían recuerdos del período anterior al nacimiento y del proceso de nacimiento. Este trabajo se basó en gran medida en los recuerdos de los individuos durante las entrevistas y las sesiones de terapia.
John Diamond es psicólogo y ex presidente de la Academia Internacional de Medicina Preventiva. El conjunto de su obra refleja un compromiso con la idea de que el cuerpo y la psique progresan en paralelo durante el proceso de desarrollo del individuo. Da especial importancia al proceso de nacimiento en el diagnóstico y el tratamiento. En su copia del libro de Diamond, “Energía vital”,(17) Fulford destacó las páginas relacionadas con el “trauma del nacimiento”. Diamond relataba los problemas más profundos de miedo, odio y envidia que, según algunos, acompañan al bebé cuando abandona la comodidad del vientre materno. En su opinión, el acontecimiento del nacimiento está condicionado socialmente y una mujer temerosa y anestesiada que deja caer a un bebé en un entorno extraño y estéril puede inducir miedo y otras emociones negativas en el bebé. Se prefería la alternativa de un parto más natural, por ejemplo, siguiendo los métodos de Leboyer:
Si un bebé puede nacer sin este profundo miedo, no habrá instinto de muerte, no habrá odio; crecerá en un hogar hermoso y cariñoso, un hogar de alto timo. Su experiencia de estados psicopatológicos negativos será mínima. Será creativo. Evolucionará. (18)
Diamond reflexionó sobre los beneficios de la osteopatía craneal como complemento de un parto basado en el método Leboyer: “Con el parto Leboyer, por ejemplo, la primera respiración abre todas estas suturas y abre todo el cuerpo para que el desarrollo normal del bebé pueda tener lugar”.
Diamond propuso un método para comprobar la sensación de seguridad del individuo reflejada en el recuerdo de la experiencia del parto. Utilizando el parámetro de la prueba de fuerza muscular de la kinesiología conductual, evaluó la respuesta del paciente a varios estímulos que provocaban un recuerdo del nacimiento. La mayoría, debido al trauma del proceso de nacimiento en nuestra cultura, mostró una “prueba de confort” negativa. Diamond propuso entonces una intervención terapéutica en forma de juego de roles para reprogramar la respuesta emocional a la experiencia del parto. En esta forma de prueba kinesiológica, el tono muscular se comprueba en un estado relajado y no provocado, utilizando el músculo oponente del pulgar. Tras la presentación de un estímulo de prueba, la repetición de la prueba del músculo demuestra un efecto positivo o negativo del estímulo en el individuo, que se refleja en la fuerza o la debilidad del músculo. Diamond señaló que: “El problema de la prueba de comodidad está relacionado con las primeras respiraciones del bebé. Por lo tanto, no es sorprendente que el meridiano primario específico de afectación sea el meridiano del pulmón, que se denomina primer meridiano”.(19)
Fulford se reunió y mantuvo correspondencia con Diamond. Fulford comprendió la importancia de reprogramar la experiencia del nacimiento para revertir la posterior detención del desarrollo de los síntomas subyacentes, incluso en los adultos. Incorporó estas ideas a su enfoque multidimensional para el tratamiento de adultos y niños sintomáticos utilizando un método que se dirigía simultáneamente al nivel emocional y a los tejidos físicos. La premisa de Russell y Stone de que “los pensamientos son cosas” se reforzaba de nuevo si se consideraban los miedos y pensamientos retenidos. Un denominador común en el trabajo y las ideas de todos estos pensadores y practicantes era su conexión con la respiración.
Reestructuración de la Respiración
Se ha dicho que la calidad de la respiración rara vez es la causa de la reflexión subjetiva. A menudo se ignora, y la conexión entre la represión subconsciente de la respiración y el trauma puede pasarse por alto. En sus notas del curso, Fulford reflexionó:
Extrañamente, muchas personas se vuelven contra su respiración. La propia respiración se ha convertido en un acto antinatural para ellos, un estrés y una tarea. Básico para todo el trabajo sobre el cuerpo físico de cualquier persona, debemos enseñar la respiración tolik. Y esto es importante porque se produce un equilibrio constante entre la fuerza vital regeneradora de la matriz etérica y las fuerzas degenerativas y decadentes del cuerpo físico y el entorno. (20)
Fulford describió una serie de ejercicios físicos que mejorarían el bienestar. En particular, le gustaba fomentar la respuesta respiratoria total a través de un protocolo que llamaba “la respiración de pistón”. La respiración de pistón comienza con la instrucción de sentarse muy erguido y desplazar los hombros hacia atrás como en la postura militar de “atención”. A continuación, se llevan los brazos hacia atrás con los antebrazos en supinación máxima. En este punto de preparación, se inicia una cadencia constante de respiración sin pausa. Inspirar, espirar, inspirar, espirar… sin prisas, pero llenando y vaciando completamente los pulmones sin pausa. En la exhalación, se consigue una liberación progresiva de la tensión de la parte superior del cuerpo y se puede recuperar la holgura, o la nueva flexibilidad, comprometiendo todos los aspectos de la postura hasta una nueva barrera de resistencia. (21)
Se le dice al paciente que practique este ejercicio una vez al día, tratando de aumentar progresivamente el número de cuentas que puede soportar. La maniobra tenía como objetivo comprometer, de manera general, cualquier restricción a la movilidad respiratoria, utilizando el poder de los pulmones para promover un movimiento más libre.
Sin embargo, fue Dingle quien dirigió la atención de Fulford hacia la intervención conductual para mejorar la respiración y sus consecuencias a nivel físico, emocional y de desarrollo espiritual. Dingle enseñó a Fulford el valor del autoentrenamiento respiratorio para aumentar la vitalidad o la juventud. Dingle, al igual que Stone, había estudiado en Asia y allí adoptó el nombre de Ding Le-Mei. En la década de 1950, como parte de una amalgama de enseñanzas orientales y occidentales, enseñó la importancia de la respiración pránica en la Iglesia de Física Mental de Los Ángeles. Él y sus seguidores crearon el Instituto de Física Mental, un retiro en Yucca Valley, cerca de Palm Springs. El instituto sigue distribuyendo el material de Dingle hasta el día de hoy. Como se ha señalado anteriormente, la familia Fulford visitó y participó en el programa.
Dingle explicó la importancia de la respiración en el contexto de una cosmología de base hindú. Señaló la importancia en este sistema de un equilibrio entre los cinco aires vitales o tattvas. Cada uno tenía sus virtudes y fortalezas complementarias, y juntos sostenían el universo físico. Al igual que Stone y Russell, el movimiento rítmico coincidente con la conciencia formaba parte de la experiencia personal del ser. Este ritmo estaba vinculado al ciclo respiratorio. La respiración consciente, al maximizar el intercambio de energía en el ciclo respiratorio, potenciaba la integración de estos principios.
Dingle también escribía en estilo aforístico. Los siguientes pasajes de sus escritos dan una idea de su mensaje:
El universo es simplemente una cosa grande, maravillosa, vibrante y pensante.
Toda la materia es energía eléctrica.
Sabéis que toda la energía, la energía que yo utilizo para pensar y escribir y la energía que vosotros utilizáis para pensar y leer, al igual que la energía que utilizáis al hacer el trabajo que realizáis, deriva de una sola fuente… Dios, el Creador, la Sabiduría Divina, el Espíritu Creativo, el Arquitecto Supremo, el Poder Primordial, el residente, el Padre.
Cada persona sabrá que su cuerpo es un agregado de vida celular. Es mucho más que eso, porque es un agregado de universos infinitesimales de energía radiante, no de materia como generalmente se entiende. (22)
Estos pasajes reflejan la manera en que este pensador evangélico unió los principios materialistas y vitalistas en una visión del mundo potencialmente unificada. La aplicación funcional de este concepto era el ejercicio de la autovitalización mediante una respiración más completa. La visión de Dingle del universo energético y de la persona energética era continua con la visión oriental del prana. Como el alimento, la respiración es nutritiva. El prana está presente en todas partes como un éter; se ingiere a través de la respiración y nos nutre. El acción más elevada del prana es el pensamiento. Por lo tanto, la respiración correcta aumenta nuestra conciencia, que es autocreativa.
“La salud implica un pensamiento correcto y una respiración correcta”. (23) Por “pensamiento correcto”, Dingle se refería a la oración o meditación unificada. Su sistema de respiración correcta estaba representado por una secuencia de ejercicios:
-
- respiración revitalizante (completa)
- respiración inspiradora
- respiración de perfección
- respiración vibromagnética
- aliento de limpieza
- gran aliento de rejuvenecimiento
- tu propio aliento espiritual
Este sistema resultó demasiado complejo para que Fulford lo utilizara en su trabajo clínico. En su lugar, reformuló los principios para convertirlos en los de la respiración de pistón (descrita anteriormente) y añadió intencionalidad para aumentar la eficacia del proceso.
REFERENCIAS
- Sutherland W G. The Cranial Bowl. Indianapolis, IN: The Cranial Academy, 1948 (orig. 1939): 24.
- Ibid., 46.
- Ibid., 56.
- Ibid.
- Magoun H. Osteopathy in the Cranial Field, 3rd ed. In dianapolis, IN: The Cranial Academy, 1976: 231.
- Arbuckle BE . Th e Selected Writings of B eryl E. A rbuckle. C amp H ill , PA: National Oste opathic Institut e and Cerebral Palsy Found ation, 1977 .
- Robert Fulford’s course notebook (unpublished), page 15 .
- Ibid.
- Robert Fulford’s notebooks (unpublished).
- Sutherland WG. Teachings in the Science of Osteopathy. Portland, OR: Rudra Press, 1990: 108-9.
- Arbuckle, Selected Writings, 66-78.
- Leboyer F. Birth Without Violence. New York: Alfred Knopf, 1975: 8.
- Truby, The newborn baby’s cry. Acta Paediatrica Scandinavica 1965 (supp.): 163.
- Verny T. The Secret Life of the Unborn Child. New York: Dell Publishing, 1981: 20. 15. Ibid., 58-63.
- Chamberlain D. Babies Remember Birth. Los Angeles: JeremyTarcher, Inc., 1988.
- Diamond J. Life Energy. New York: Dodd Mead Company, 1985: 38.
- Ibid.
- Ibid., 48. The author here is referring to the Lung meridian of acupunc ture.
- Robert Fulford‘s personal notebooks (unpublished).
- Ibid.
- Dingle E. Breathi ng Your Way to Youth. Yucca Valley, CA: The Institute of Mental Physics, 1931.
- Ibid .