El renombrado terapeuta craneosacral biodinámico, Franklyn Sills, escribe de esta manera sobre la experiencia de la Quietud en su libro Fundamentos de la Biodinámica Craneosacral (vol. 1)
En un estado de Quietud, pueden ocurrir cambios dramáticos. Cuando el cliente alcanza un punto de quietud en su sesión, la calidad de esa quietud puede permitirle acceder a una de las Siete Profundidades de la Quietud. Los primeros tres niveles se relacionan con la dinámica del sistema nervioso autónomo, el sistema límbico y la corteza cerebral. Los niveles del cuatro al siete, ahondan en las profundidades de la psique humana. Una experiencia en cualquiera de estos niveles puede ser bastante profunda para el cliente y puede cambiarle la vida.
1. El nivel físico
Hay una profunda sensación de quietud en el cuerpo, y la resistencia física puede suavizarse y liberarse. El sistema comienza a reorganizarse hacia la línea media, y el sistema nervioso autónomo puede descargar los efectos del shock, como la sacudida que a veces se experimenta al caer al sueño. Es una forma de liberación.
2. El nivel emocional
El despeje de las cargas emocionales en el sistema. A medida que la quietud se profundiza, surge una sensación palpable de bienestar. El sistema límbico está despejando los desequilibrios emocionales, permitiendo el procesamiento sutil de las energías emocionales retenidas para que fluyan por todo el cuerpo.
3. El nivel psicológico
En este nivel, hay un despeje y asentamiento de patrones psicológicos en la quietud. A menudo, el cliente tendrá una visión de su condicionamiento histórico o de sus traumas pasados, lo que puede iniciar un profundo “dejar ir” y curación.
4. El nivel cardíaco o kármico
En este nivel, las tendencias más profundas de nuestro sistema de personalidad pueden entrar en la Quietud. Esta es la capa de nuestras tendencias kármicas e impulsos condicionales. Los recuerdos de vidas pasadas pueden surgir y se les puede dar la oportunidad de ser calmados y procesados. El cliente puede tomar conciencia del material preconsciente, y el potencial para la intuición, la claridad y la resolución puede ocurrir. Sills afirma: “Las tendencias kármicas pueden resolverse en una profundidad de quietud y sentirse como una liberación personal del corazón. Se manifiesta como una sensación más profunda de facilidad y menos tendencia a ser impulsado por las energías preconscientes”. A menudo, la persona se da cuenta de que algo ha cambiado semanas o meses después. Se produce un cambio sutil en el que no reaccionan de la misma manera que en el pasado. Puede que sienta más compasión hacia los demás o que tenga una confianza creciente en sí mismo que hasta ahora no tenía.
5. El nivel mental o arquetípico
” En esta profundidad de quietud, la mente comienza a resonar con las influencias arquetípicas de nuestras experiencias reales y transpersonales. Las energías e imágenes arquetípicas pueden emerger ofreciendo la oportunidad de comprometerse con la interconexión de la vida. Para experimentar la vida de una manera holística. Hay un “florecimiento del corazón” que da al cliente un profundo sentido de compasión por la condición humana y el sufrimiento que todos en el planeta experimentan en algún nivel. Una sensación de alegría surge con esta realización de una conexión universal con todos los seres sintientes. Se puede experimentar un profundo amor por la humanidad.
6. El nivel del espíritu
” En este nivel se puede acceder a una profunda quietud y paz. El yo personal se pierde, los tejidos de separación y la dualidad se disuelven en la conciencia de unidad. La apertura y el espacio se experimentan cuando la conciencia se asienta en un estado no dual. Algunas personas tienen aquí un sentido de conciencia cósmica – un estado de Unidad.
7. Fuente
” Este estado es indescriptible. Las tradiciones de la sabiduría han llamado a este estado “Realización de Dios”, satori, nirvana, Tao, o con algún otro nombre. El vacío y la apertura es el núcleo de este estado. Como afirma Sills, es “el corazón inmóvil de la creatividad misma”. Vacío completo con la plenitud del potencial envuelto en él. El tiempo no tiene sentido. El pasado, el presente y el futuro se experimentan ahora.
La terapia craneosacral te ofrece la oportunidad de cambiar dramáticamente tu vida si te comprometes a hacer un cambio en la forma en que experimentas tu mundo. Ya sea a través de la lente del dolor y la enfermedad, de creencias rígidas, de la victimización y la culpa, de la crisis espiritual, o de algún malestar indefinido.
Todos tenemos una sabiduría curativa innata, que sabe precisamente lo que se necesita para desenvolverse y liberarse en la sesión de Terapia Craneosacral para devolverte a un estado de equilibrio e integridad con tu Ser.